¿Los perros engordan cuando se esterilizan? Es una de las preguntas que nos habrán hecho cientos de veces en los últimos años. En la mayoría de los casos quien pregunta está pensando en esterilizar a su mascota.

Pues bien, si la única respuesta posible es un sí o un no, nosotros nos decantamos con el NO; esterilizar no engorda. Aunque para ser rigurosos la respuesta sería un no con matices.

Es un mito que la esterilización en general haga que un perro engorde, pero algunas técnicas de esterilización pueden provocar cambios en el animal que le hagan más propenso a ganar peso si no se toman las medidas adecuadas. ¿Cuáles son estas técnicas?

Recodemos que hay dos grandes formas de esterilización:

  • Vasectomía (machos) y ligadura de trompas (hembras): Se cortan o bloquean los conductos que por los que se mueven los espermatozoides (en el macho) o el ovulo (en la hembra) impidiendo la fecundación. No implica cambios hormonales.
  • Castración: Extirpación de las gónadas (testículos en los machos y ovarios en las hembras). Implica cambios hormonales.

Si la esterilización se produce mediante vasectomía o ligadura de trompas el perro NO engorda. Sin embargo, en la castración se producen cambios hormonales que, de forma indirecta, pueden hacer que un perro engorde.

¿Por qué los perros engordan cuando los castran?

La extirpación de las gónadas produce cambios hormonales. La pérdida de estrógenos y andrógenos (hormonas sexuales) de los perros y esterilizados causa una disminución de la tasa metabólica. Esto significa que las calorías que consumen se convierten en energía más lentamente, lo que implica que necesitan consumir menos comida. También puede hacer que los perros se vuelvan más letárgicos y tengan menos ganas de moverse.

Entonces, por un lado, un perro castrado necesita menos calorías, así que, si les das la misma cantidad de alimento que antes, terminarán ganando peso. Por otro lado, puede volverse menos activo, lo que tampoco ayuda.

Es por eso que los perros castrados tienen un mayor riesgo de sufrir sobrepeso u obesidad en comparación con los perros sin castrar. Aunque según un estudio publicado en la Journal of the American Veterinary Medical Association este riesgo se produce solo durante los dos primeros años tras la castración.

Cómo evitar que tu perro engorde tras la esterilización

Conociendo las causas del posible aumento de peso es fácil adivinar el remedio, que en este caso es doble:

  • Una dieta adecuada a las nuevas necesidades energéticas del perro. Eso implica reducir las raciones de comida diaria o, si esto no le hace mucha gracia a tu perro, pasarse a la comida light (misma cantidad, pero menos calorías). Pero ojo, si tienes dudas lo mejor es que consultes con tu veterinario.
  • Actividad física suficiente: saca a tu perro a pasear varias veces al día y juega con él. Los expertos recomiendan al menos una hora de ejercicio al día. Así que aprovecha, porque no hay nada más divertido que salir a hacer deporte con tu mascota.

Como ves, el riesgo de que un perro engorde tras la castración es perfectamente evitable, la clave está en que no consuma más de lo que gaste. Así que el miedo a engordar no debería ser un inconveniente para que lo esterilices. De todas formas, tú tienes la última palabra 😉 .